Los gatos de Son Espases

Mi día a día es muy sencillo, como todo/as los que trabajan (más bien, que tienen la suerte de trabajar). Dicho esto, mi principal “ocio”, mi pasión en realidad, es ayudar a los animales en la medida de mis pequeñas posibilidades. Tengo la suerte de compartir el amor y el respeto hacia los animales con muchos amigos y amigas. 

Acabo de leer el siguiente artículo en el Diario de Mallorca: 

http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2013/11/19/son-espases-lugar-gatos/890847.html en el cual se informa que la Gerencia del Ib Salut quiere erradicar una colonia de 8 gatos, mostrándose “impermeable” al ofrecimiento de Baldea de castrar dichos felinos, así como de testarlos a fines de asegurarse de que son sanos. 

En primer lugar, no creo que los gatos presenten riesgos para la salud de los pacientes del “Hospital de referencia en Baleares” tal y como lo explican en el citado artículo (“en estos momentos ya hay una serie de trabajadores del hospital que se están encargando de los animales, alimentándoles en zonas adecuadamente alejadas del recinto hospitalario en el que se atiende a enfermos. «Les ponen pienso en tolvas, nunca comida que les motivara a buscar más en la cafetería o en el interior de las cocinas», añadió la portavoz.”). 

En segundo lugar, la idea de contratar a una empresa de exterminio (Will Kill) me parece más que inadecuada, pues dan ustedes a entender que los gatos son tan dañinos como las cucarachas. ¡¡¡Dios mío!!!! Una PLAGA de 8 gatos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 

Por otro lado, me gustaría hacer hincapié sobre el tema de la higiene y la posible entrada de gérmenes tan importantes a los ojos de la Sra. Beatriz Collazo. Me parece una gran paradoja acusar a los 8 gatos de traer microbios y otras bacterias cuando los mismos empleados del centro vienen a trabajar con el uniforme puesto.

Me explico: si uno se viste en su casa con su impoluto uniforme blanco, se sube a su coche, se para a tomar un café, o sale a desayunar vestido del mismo modo, considero que esa persona lleva con ella al centro hospitalario en general y a las habitaciones de los pacientes en particular, todos los gérmenes habidos y por haber…. 

Así que, cuando leo que se quieren exterminar 8 gatos por temas de “higiene”, tiendo a pensar que la (encubierta) razón de tal empeño es una mera falta de sensibilidad, por no decir que estos animales se le antojan a la Sra. Collazo como una molestia personal. 

En lugar de centrarse en el tema “gatuno”, la Sra. Collazo haría bien en dedicar tanto empeño y energía en comprobar que Son Espases cumple con los requisitos obligatorios contenidos en el RITE y en las Normas UNE (ver documento adjunto:  http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/856a890/859w.pdf). 

Le ruego remita este correo a las personas responsables de la “caza de brujas” iniciada por la Sra. Collazo.

No le quepa duda de qué los que amamos a los animales somos legión, y que podemos, con unión y constancia, conseguir lo que nos proponemos.

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Los gatos del Museo Krekovic

Hace muy poco tiempo, me enteré de que existía un Museo Kristian Krekovic en Palma de Mallorca. Tengo que admitir mi casi total falta de cultura artística, sobre todo a nivel “pintura” pues Krekovic era pintor: http://www.kristiankrekovic.com/ 

Os preguntaréis la razón de mi súbito interés por Krekovic… Los que me conocéis ya os imagináis que no tiene nada que ver con su lado artístico (y no es que sea totalmente hermética a los artes, eh!!).

Tiene que ver con una (polémica) colonia de gatos cuyos “aposentos” están en el parque del Museo Krekovic.

Estos gatos están todos castrados y, siendo una colonia registrada, están alimentados y reciben todos los cuidados sanitarios que necesitan gracias a la magnífica y desinteresada labor de unos voluntarios. 

Y aquí viene lo “gracioso”: unas cuantas personas hablando en nombre de una asociación de vecinos quieren erradicar los gatos con la excusa de que traen suciedad.

Los gatos son animales muy limpios, además de muy útiles en cuanto a cazar ratas y cucarachas se refiere. 

Para estas personas, no hay razones o explicaciones que valgan ya que no saben dialogar sin gritar o insultar, además de estar convencidas de tener el poder de intimidar y de imponer su voluntad. No lo digo por hablar, lo digo puesto que hubo reunión, la cual acabó en gritos e insultos por parte de dichos vecinos. 

¿Os parece correcto que ciertas personas alardeen de tener amistades en el ayuntamiento o en el Consell de Mallorca, que les permitirían llevar a cabo su deseo de deshacerse de dicha colonia felina?

Si os lo parece, entonces tendréis que hacéroslo mirar, porque la Ley es para todos, y no pueden existir tratos de favores hacía solo unos pocos. 

Este tipo de amenazas y/o apoyos políticos a favor de unos cuantos me parece sumamente incorrecto y poco ético y, bajo mi punto de vista, trae a la luz uno de los sempiternos temas que corroen la política: el trato de favores. 

Plantado el cuadro de los hechos, expongo aquí mis reflexiones: 

Los gatos traen suciedad: ¿ah sí???? Pues hoy mismo, me he ido, cámara en mano, a pasear por la zona en cuestión. Efectivamente, he visto gatos. Pero lo que me ha llamado la atención, han sido los plásticos, un par de zapatos tirado por allí (ver foto), las sempiternas colillas, latas de refrescos, en fin, una serie de cosas que ningún gato (exceptuando el Gato con Botas) utiliza en su día a día. 

Los gatos traen plaga de pulgas: Los mismísimos empleados del Museo no han visto nunca una pulga, y tampoco han sufrido picaduras. Así que me pregunto: ¿Serán las pulgas selectivas a la hora de escoger a su huésped? ¿Sería posible que estos bichos se atacasen únicamente a los 5 vecinos que se empeñan en querer deshacerse de los gatos? 

Los gatos dan mala imagen al barrio: ¿Ahhhhh sí?? De verdad???… ¿La mala imagen del barrio no se debería, por un casual,  a los delincuentes afincados en la zona? 

Pero, claro, les resulta más fácil a un puñado de vecinos amargados echarles la culpa de todos los males a los gatos. Es mucho menos peligroso. Los gatos no pueden hablar, tampoco pueden pinchar ruedas, destrozar coches u arrinconar a un vecino amenazándolo de represalias… 

Cómo os decía, esta tarde me fui a inspeccionar la zona, con la chica que lleva la colonia. 

Se llama María la Gata (Evidentemente, es un apodo) y es una joven de mirada resuelta y aspecto felino (mira por donde) que tiene una mente fuerte y las ideas claras.

Dos horas me bastaron y me sobraron para cerciorarme de que estaba hablando con una persona más humana que muchos de los que están convencidos de que lo son. 

Meterse con ella es un error. Craso error… Cuenta con el apoyo de cientos de ciudadanos, de varias asociaciones de protección animal y de los empleados del Museo Krekovic. 

Su labor NO ES cuestionable. Ha alimentado, castrado, curado, dado en adopción a los gatos de su colonia sin subvención alguna y sin ayuda económica. Tiene todas las facturas de las pipetas, de los medicamentos y de los veterinarios que visitó. 

Esta mañana, la escuché hablar en la radio. Oí sus argumentos ; argumentos y discurso de una persona sensata, abierta y educada. 

Esta tarde, María, nuestra amiga Tessy y yo estuvimos hablando del tema “gatos” en el chiringuito que hay en medio del parque Krekovic, y entre dos sorbos de cafés, mi mirada se fue hacía la entrada del parque sita justo en frente del Museo. Me fijé en un hombre que me daba la espalda, y que estaba casi pegado a la esquina del recinto. Su actitud llamó mi atención y lo miré con más detenimiento. Cuando volvió a girarse, vi que había estado meando contra la pared….Pero claaaaaaaaaaaaaaaaro, los gatos traen suciedad… 

Los vecinos hablaron de poner veneno si no se llevaban a los gatos a otro sitio… Les quiero recordar a estos necios ignorantes que:

1/ Está prohibido

2/ No solo los gatos comen lo que hay en el suelo. Los perros también

3/ Del mismo modo, los niños tienen la mala costumbre de llevárselo todo a la boca 

Y ahora, os expondré otra de mis reflexiones: 

En Madrid, se abrió un café cuya particularidad es de albergar gatos… Parece ser que a la gente le gusta mucho tomarse un “relaxing cup of café con leche” (jeje) en presencia de los mininos. Sus ronroneos son apaciguadores y calmantes. 

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/10/10/madrid/1381425928_560162.html 

Solo soy yo, ¿os vosotros también veis la tremenda paradoja? Por un lado, los madrileños (o mejor dicho “residentes” madrileños) abren cafés gatunos, y por otro lado, 5 mallorquines (quiero decir “residentes” mallorquines) quieren eliminar una colonia de 15 gatos castrados. 

Este asunto no se quedará sin publicidad. Ni las asociaciones animalistas, ni los particulares, NINGUNO dejará a María la Gata sola al frente.

Su dedicación y su labor con sus colonias de gatos deben ser reconocidas y, sobre todo, respetadas.

Ocuparse de estos mininos no solo es darles de comer. Es vigilarlos, cuidar de ellos, y encima lidiar con vecinos amargados.

Los animales saben mucho más que nosotros. Son mucho más puros y cerca de la naturaleza que jamás lo seremos.

Tal como decía María la Gata en la radio esta mañana, “hemos perdido nuestro lado más animal”… Y yo añado: Algunos quizá nunca lo hayan tenido. Algunos nacieron con corazón vacío y almas muertas…

Aquí os dejo lo más bonito de este artículo, os dejo el enlace del vídeo hecho por las incansables rescatadoras de estos animales, para que veáis cuán grande es su labor, para que os podáis dar cuenta por vosotros mismos de lo insensibles y sin corazón que son estas personas que quieren erradicar a la colonia del Krekovic. Cuando hayáis visto este vídeo de superación, de amor, y sobre todo de esperanza, entonces os sumaréis a la causa:

http://www.youtube.com/watch?v=UsqF90LBYV4&feature=youtu.be

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