Ya son viejos

Cuando era pequeña, nuestros padres trabajaban y, a la salida del cole, nos esperaba el abuelo.

Íbamos juntos hasta su casa, y en el camino, el abuelo nos regalaba una napolitana a cada uno.

Luego, al llegar, la abuela nos preparaba un chocolate caliente en invierno y un zumo de frutas en verano.

Nos ayudaron muchas veces a hacer los deberes, y también nos apoyaban cuando, al hacernos mayores, discutíamos con nuestros padres.

Eran buenos tiempos. Poder sentarte en la cocina y mirar a la abuela preparar la cena, mientras nosotros cumplíamos con nuestro deber de buenos alumnos.

Son bonitos recuerdos de niñez y juventud.

Sentirse arropado por el amor de unos abuelos…. 

Nuestros padres trabajaban mucho. Para que no faltásemos de nada. Nos apuntaron a buenos coles, a buenos institutos, y sufragaron los gastos de la universidad.

Nos ayudaron a comprarnos nuestra primera vivienda.

Y no hace falta que cuente el número de veces que lloramos en los brazos de mama al acabarse nuestras primeras historias de amor… 

Hemos crecido. Mi hermano y yo nos sacamos una buena carrera y realmente, la vida no nos va nada mal.

Tengo sobrinos, y una cuñada muy agradables.

Tengo una pareja con la que me llevo muy bien, y la vida es bastante dulce.

Los abuelos fallecieron hace tiempo ya, cuando estaban en casa de nuestros padres, al haberse hecho demasiado mayores para vivir solos. Problemas de la edad.

Nuestros padres los cuidaron hasta el final. 

Mañana, mi hermano y yo llevaremos a mama a una residencia. Papa se fue hace poco, y ella no puede vivir con nosotros. Mi hermano tiene su familia, y yo mi pareja.

Ni él ni yo podemos tener a mama en casa. Es que hay que darle su medicación, y ayudarla para caminar. Ya no cocina nada, así que tenemos que preparar la comida para una persona más. 

Lo hemos hablado, y mañana, mama se quedará en la residencia de ancianos en la que nos la han aceptado. Tenemos que pagar un poco, pero con su pensión, mama puede pagar la cuota mensual.

Iremos a verla, una vez al mes, supongo.

Es que tenemos una vida, y no podemos dedicar tanto tiempo a una persona mayor y enferma.

Hemos tomado la decisión correcta. Además, sabemos que en las residencias, hay voluntarios que van a visitar a los pensionarios.

Mama no estará sola, no…

Sé que lo entendéis… No podemos cambiar nuestras costumbres por una persona mayor…

Estará bien en la resi.

No creo que lo notará si hay meses en los que no podemos ir a visitarla…. 

¿Qué os parece mi historia??? ¿¿¿¿¿¿¿¿¿ASQUEROSA, NO??? 

Pues eso que describo, es lo que hacéis cuando abandonáis a vuestros animales por viejos, o enfermos, o por mudanzas…

El peludo os dio su vida… y vosotros pisáis su fe, su amor incondicional y su corazón puro…

Lo subáis al coche, y lo lleváis a la perrera.

No importa que lo maten, pasado el plazo legal. No importa…

(Por cierto, no tengo ni hermanos, y no abandonaría a nadie que me necesite, lo digo, por si tenéis dudas, ehhhh)