Por que volveré a protestar en la Fundación Natura Parc

Tal y como os comenté antes, el día 12 de agosto, fuimos a la perrera de la Fundación Natura Parc (llamada CEPAD) para visitar las instalaciones y los animales.

Si bien las instalaciones son correctas para el verano, es evidente que NO SON ADECUADAS PARA EL INVIERNO.

Veréis en Youtube (1) los vídeos que hicimos donde se puede apreciar que la jaulas carecen de un espacio bien cerrado y aislado para que los animales puedan resguardarse del frío, de la lluvia, en fin, de las inclemencias del tiempo.

No hace falta (¿o sí?) que os recuerde que Mallorca en invierno tiene un clima muy húmedo, y que llueve a menudo (pese a lo que digan los que construyeron el metro de Palma). El frío de nuestra isla NO es un frío seco, del que uno se pueda resguardar acurrucándose en un rincón…

Quiero hacer especial hincapié en el hecho de que no hemos visto ninguna de las mejoras que iba a realizar la perrera después de su apertura al público el pasado 26 de marzo (2).

Recordar que se habló de poner en marcha el voluntariado, para el cual varias personas rellenaron el cuestionario de la Fundación, y que a fecha de hoy, de voluntariado…pues nada.

Resumiendo: El gran paso de la apertura al público se ha quedado en esto: un paso. No ha habido (y me temo que no habrá) apertura del proceso de voluntariado, acondicionamiento de las jaulas (gateras y caneras) y este invierno, volveremos a ver unos animales calados hasta los huesos en días lluviosos, ventosos y fríos…

Para los que duden de la importancia del voluntariado, podéis volver a leer el resumen de nuestra visita del 12 de agosto (3) (colgado en el evento Facebook: https://www.facebook.com/events/403611019749214/permalink/411404338969882/) en la que el veterinario nos permitió dar un paseíto con un yorkie aterrorizado que se volvió un poco más tranquilo en cuanto hubo dado unos pasos en compañía de nuestro amigo Joachim. Este caso demuestra la gran importancia de la sociabilización en los animales para fomentar la adopción.

Mi pensamiento es el siguiente: el CEPAD es una perrera en la que, al igual que en Son Reus, se practica el sacrificio puesto que hay demasiado animales abandonados. Es un hecho muy triste, pero es así. Por lo tanto, ¿porqué no abrir el voluntariado para intentar evitar el sacrificio de unos animales que podrían ser adoptados? Y otra cosa, ¿Qué cuesta poner unas buenas casetas bien aisladas para que los animales no tengan que sufrir de la intemperie además del abandono? Algunos pensarán que el cobijo decente no es importante pues muchos serán sacrificados una vez cumplido (y a veces ampliado) el plazo legal.

Pero SÍ es importante, porque cuando está en nuestras manos mejorar las cosas, es inmoral no hacer nada. Y eso vale por todas las tristes situaciones que se viven hoy en día…

Nosotros hemos ofrecido nuestra buena voluntad, nuestra ayuda para que los animales tengan un poco de cariño durante su estancia en la perrera. Sería muy fácil aceptar esta ayuda, siempre bajo la supervisión de un veterinario del centro…. Del mismo modo, sería fácil comprar o hacer casetas de madera, ponerlas sobre 4 bloques en cada jaula, meter dentro 2 mantas y permitir que los animales tengan un poco de calor (si no es humano, que al menos sea físico)….

Por todas estas razones, volveré a organizar un evento de protesta en octubre, porque creo que no queda mucho para conseguir que los animales estén “bien” en invierno. No me malinterpreten, sé (y estoy contenta) que las cosas han cambiado a mejor este año pero no me gusta la idea que se paren en buen camino….

 (1) Vídeos:

http://www.youtube.com/watch?v=VHyyRiqYRDI

http://youtu.be/3PfzdoXKR_w

http://youtu.be/tE1N7APZnXQ
http://youtu.be/mauM_KXnAuM
http://youtu.be/4QHgBYlHV58
http://youtu.be/zL_8H3q73qY

 

(2) extracto del artículo publicado el 26.02.2013 en el blog de la FNP (http://diariodefnp.wordpress.com/2013/02/26/la-ampliacion-de-las-instalaciones-sigue-a-buen-ritmo-2/):

“En estos momentos se ha finalizado la ampliación de los recintos de la primera fase de las obras. Por lo que respecta a la segunda fase, continúan los trabajos de ampliación y adecuación de recintos y la consolidación de elementos de servicio y de gestión.”

 

(3) Resumen visita del 12.08.13:

Helena, Joachim y yo llegamos a las instalaciones sobre las 11:30 de la mañana, el veterinario está completamente solo. Damos una vuelta por todo el recinto para ver a todos los perros. Hay muchos, demasiados, como siempre en las perreras. Todos ellos vienen corriendo a vernos para pedirnos caricias y lamernos las manos a través de las rejas.

TEMA INSTALACIONES:

Lo que hay está bien para el verano, hay sombra, todo está en buenas condiciones.

Los bebederos son de 2 tamaños distintos. El agua llega a todos, incluso hasta la última jaula del pasillo.

Cuando el perro bebe, se rellenan automáticamente.

La comida está en dispensadores, por lo que los animales pueden comer sin problema.

EN CAMBIO, estas instalaciones no valen para el invierno, no ha cambiado nada desde el 26 de marzo, fecha de la apertura al público. Se tiene que crear en cada canil un espacio bien cerrado donde los animales puedan resguardarse de las intemperies. No son mejoras muy costosas. Se podrían poner casetas (que no toquen el suelo) en cada una de las jaulas, de modo que los animales quedarían protegidos.

Está claro que si no se toman estas medidas para el invierno, volveremos a manifestarnos, pues consideramos que no es mucho pedir.

TEMA ATENCIÓN VETERINARIA:

Hoy, hemos visto varios perros con problemas, entre ellos, un perro tamaño pequeño-mediano con una pata coja, un perro tipo pastor alemán con legañas en los ojos y oído que visiblemente le dolía (cabeza inclinada hacia un lado).

Nos preguntamos si el veterinario tiene tiempo para “visitar” a todos los perros, y que atención reciben cuando llegan.

CASO CONCRETO DE UN PERRITO RAZA YORKSHIRE HOY:

Nos percatamos de que en la jaula nº 4 hay un perrito yorkshire (mini) acurrucado en un rincón al fondo de la jaula. En seguida pensamos en llevárnoslo para que nuestra amiga Renée lo tenga de acogida. Llamamos a Renée y nos da su acuerdo. Pedimos por el perro.

El veterinario (Jorge) va a sacarlo de la jaula. Hemos de reconocer que lo hizo muy bien, que se tomó todo el tiempo necesario para que el perrito se acerque y así pasarle la correa sin demasiado estrés. El perrito tiene mucho miedo, e intenta morder al veterinario y a cualquier mano que se le acerque.

Jorge nos dice que, en caso de llevárnoslo, es imprescindible avisar a la persona que lo vaya a tener que este perrito muerde, debido al miedo. Nos permite pasearlo, cosa que hace Joachim (ver pequeño vídeo). 

Queremos destacar que en todo momento, el veterinario nos permitió tomar el tiempo que queríamos para pasear con el perrito. Después de 20 minutos de paseo, se deja tocar por el veterinario, pero sigue teniendo miedo a cualquier mano que se acerque.

Estamos ahora intentando encontrar a alguien que lo quiera acoger para rehabilitarlo. Según lo que hemos visto, con tal de llegar a una casa donde se le deje ir un poco a su aire, para que se vaya acostumbrando, intuimos que en menos de un mes en una casa de acogida tranquila la cosa debería mejorar.

Obviamente, visto el estado de su pelo, habrá que pelarlo, por lo que seguramente se le tendrá que dormir. Esperamos poderlo sacar pues cuanto más tiempo pase en la perrera, más miedo tendrá.

TEMA VOLUNTARIADO:

El caso de este pequeño yorkie demuestra que hace falta el acceso a voluntarios. Sería sencillo presentarse en la perrera, seguir las instrucciones del veterinario para pasear los perros que él considera que se pueden pasear. Sería seguir el mismo sistema que aplican perreras como Son Reus.

 

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