El mes antes de Navidad
Ya llegó la hora. Noviembre está a la vuelta de la esquina, y diciembre se acerca a pasos agigantados… Las tiendas ya han empezado a sacar los artículos navideños (aunque, claro está, no es por espíritu navideño sino por ánimo de lucro) y nosotros ya estamos pensando en las reuniones familiares con risas y turrones incluidos.
Ahora que estoy escribiendo este post, también pienso en la gente que no tiene lo que algunos consideramos normal… Más bien, lo que vemos cada día sin entender su valor.
Cuando pienso en Navidad, pienso en mi madre, en mis tías, en mis primos y en toda la familia que se junta en Nochebuena… Pienso en las nevadas que suelen caer en diciembre, y que cubren de magia los paisajes de mi pueblo francés…
Pero, mientras escribo esto, pienso en cómo sería mi Nochebuena sin esta reunión con los seres queridos que me rodean desde mi niñez… Un día vendrá en que mi madre ya no estará, y tampoco mis tías… Unas Navidades sin ellas no serán Navidades…
Me gustaría pensar que sentiré siempre este espíritu navideño, esta alegría y ese olvido de los problemas que se apodera de mi en Nochebuena… Por el mero hecho de reír y de hincharme a bombones y turrones rodeada de mis seres queridos…
Y también, me doy cuenta de que esta alegría que siento yo ahora, ya no existe para algunos… O quizá nunca estuvo para otros…. Y me pregunto: ¿Qué se puede hacer para que nadie esté solo en estas fechas?
Vosotros, ¿Qué haríais para devolverles a algunos la alegría de Nochebuena?
No se trata de cosas materiales, sino de conseguir unir a personas quienes no tienen a nadie para que por lo menos una noche, tengan estrellas en los ojos…
Pues sí, ¿Qué haríais?